sábado. 18.05.2024

Irene Montero vuelve a la primera línea política encabezando la lista de Podemos a las elecciones europeas. Lo hace tan solo unos meses después de haber abandonado la cartera del Ministerio de Igualdad y con el objetivo de poner en pie una fuerza política “que asuma las tareas de cambio que nadie más está asumiendo en este país”. 

¿Cómo afronta estas Elecciones Europeas?

Nos vamos a dejar la piel porque sabemos que son unas elecciones muy importantes, en las que Europa se juega lo más fundamental de su propio proyecto; vamos a decidir si Europa es una potencia de paz o una potencia de guerra. El otro día, Ursula von der Leyen decía que estaba dispuesta a pactar con la extrema derecha con tal de que fuesen fuerzas pro OTAN y pro Ucrania, es decir, que están preparando la escalada militar y están preparando a Europa para que sea una potencia de guerra y creamos que la guerra es una cuestión inevitable, y con esa excusa se está acabando con uno de los pilares que hizo fundar la Unión Europea, que es el antifascismo, el respeto por los derechos humanos y la lucha contra el fascismo como una forma de entender el mundo y una ideología y sobre todo un proyecto político que implica muchísimo sufrimiento, violencia y violación sistemática de los derechos de millones de personas. Son unas elecciones muy importantes para Europa, en las que nos jugamos si Europa va a ser una potencia que acaba con el Estado de bienestar, para meter todo ese dinero que antes iba a la sanidad, a la educación o a las políticas feministas, a la guerra o si Europa va a ser un territorio en el que la diplomacia y la política ponen todos sus esfuerzos para construir la paz, para dejar de ser cómplices del genocidio en Palestina y para que podamos defender esa paz que mencionaba, que no es solo el silencio de los fusiles, como dicen en Colombia, también es la justicia social y el avance en derechos. Es muy difícil que haya más servicios públicos, que haya más políticas feministas, si el régimen de guerra se impone. Es prácticamente imposible porque el dinero no es infinito, y si destinamos el dinero a más gasto militar y a una escalada bélica como hacía décadas que no veíamos en el mundo, no lo vamos a dedicar a las políticas que realmente importan a la gente: a la vivienda, a la sanidad o a la lucha contra la violencia de género, por tanto, nos jugamos mucho y vamos a pelear voto a voto. 

Ante este avance de la ultraderecha que estamos viendo en toda Europa, ¿qué importancia tiene para el futuro de nuestro país que la izquierda obtenga representación en estos comicios?

La extrema derecha manda aunque no gobierne

A los reaccionarios se les frena con más derechos. Estoy muy decepcionada con un Gobierno de España que está paralizado y que no es capaz de asumir ninguna tarea de cambio. El Gobierno, igual que la mayoría de la ciudadanía, sabe que España tiene gravísimos problemas: de vivienda, de degradación de la sanidad pública, de negacionismo de las violencias machistas, pero no solo de las cosas del comer, también de las cosas del poder. Sufrimos un golpismo judicial y mediático que ha llegado a poner en juego la continuidad de un presidente, ¿Cómo puede ser que no haya nadie en el Gobierno consciente de estos problemas y dispuesto a asumir las tareas de cambio? Que esté dispuesto a asumir incluso el coste político de cambiar las cosas que tienen que ser cambiadas. Al presidente se lo hemos dicho muchas veces. Cuando estábamos en el gobierno nos decían que hacíamos ruido, pero hay que asumir que hay que cambiar las cosas que tienen que ser cambiadas para proteger la democracia y para garantizar derechos. Si no hacemos eso, la extrema derecha manda, aunque no gobierne, que es lo que está ocurriendo ahora. No gobiernan, pero controlan sectores muy importantes del poder judicial, de los medios de comunicación y con eso al final toman decisiones en contra de la voluntad expresada por la ciudadanía en las urnas y para hacerles frente hay que ser valientes. La extrema derecha está defendiendo a cara descubierta los elementos más crueles y más injustos del sistema, como Milei en Argentina, que dice que todo es negocio, nada es un derecho, la gente pobre que se muera del asco, no tengo ningún respeto por la ciudadanía, solo me importa defender a los súper ricos… si frente a ese proyecto que va a cara descubierta, que es profundamente ideológico y que en seis meses puede destruir los derechos conquistados por un pueblo en décadas, lo que hacemos es no hacer nada por miedo de las represalias que pueden tomar y que sabemos que toman cuando hay avances, al final van a terminar gobernando. Ya mandan, aunque no gobiernen, pero van a terminar gobernando y por eso es importantísimo que haya en España una fuerza política dispuesta a asumir las tareas de cambio y a asumir el coste político de llevar a cabo esas tareas. Si algo ha demostrado Podemos en este tiempo es que con todos nuestros aciertos y todos nuestros errores, nosotras hacemos lo que decimos que vamos a hacer y estamos dispuestas a asumir esas tareas de cambio que parece que ninguna otra fuerza progresista está dispuesta a hacer y eso es motivo suficiente para dar la pelea. 

Uno de los principales problemas al que se enfrenta la sociedad en este país es el de acceso a la vivienda, ¿qué medidas se deben tomar para paliar esta problemática?

La primera, aplicar la Ley de Vivienda que costó mucho que se convirtiese en ley, y que dice con claridad que los municipios donde se vea que se está incrementando el precio de la vivienda artificialmente pueden topar los precios del alquiler y eso es necesario porque el precio de la vivienda no se está incrementando por efecto del libre mercado, no se está incrementando porque haya una señora de 70 años que pone un segundo piso en alquiler, se está incrementando porque hay fondos buitres como Blackrock que controlan miles de viviendas en los centros de la grandes ciudades, en municipios especialmente turísticos, en las islas, y que dejan sin vivienda a las personas residentes. Eso en las islas, tanto Baleares como Canarias, es un problema de primer orden que afecta incluso a que servidores públicos puedan vivir y desempeñar funciones básicas en sanidad o educación en esos territorios y que los propios residentes puedan vivir sin tener que destinar el 60% de su salario mensual a la vivienda y también genera muchísimos problemas de medio ambiente y de tensionamiento y es necesario también que en las nuevas promociones de vivienda que se construyan haya un porcentaje que vaya dedicado a la vivienda pública. Somos uno de los países de Europa que menos parque de vivienda pública tiene y además tenemos un problema de abuso de las grandes entidades financieras en lo que tiene que ver con la compra. Hace muy pocos días estas grandes entidades financieras anunciaban que tenían beneficios milmillonarios, más de 6.000 millones de euros en solo un trimestre, es decir, están ganando ahora más que en otros momentos donde no había tanta crisis, ni tantas dificultades para pagar el alquiler o un precio de los alimentos tan caro. Cuando la ciudadanía está en crisis, la gran banca está ganando más que nunca y eso es porque las hipotecas a tipo variable están dejando a gente con el agua al cuello para poder pagarlas o directamente no pueden y los tipos de interés no bajan, pero mientras tanto hay quien se está enriqueciendo. Esto no es necesario, estas medidas políticas que están tomando las élites económicas y que están ahogando a la gente no son necesarias para nada que tenga que ver con derechos o bienestar de la gente salvo para el enriquecimiento de la gran banca. Hay que hacer políticas de redistribución de la riqueza, que por otra parte es lo que dice la Constitución. Es necesario un impuesto a las grandes fortunas aún mayor del que tenemos y que sea permanente, es necesario que todos los municipios y las comunidades autónomas, que es de quien depende esto, apliquen la Ley de Vivienda y que se limiten de una vez los precios de los alquileres y la compra de vivienda a personas no residentes en territorios como Canarias o Baleares, donde realmente la compra de vivienda por parte de no residentes está poniendo en riesgo el derecho a la vivienda de las personas que sí viven en el territorio. Un Gobierno que se alegra de que Blackrock, el mayor fondo buitre del mundo, invierta 60.000 millones de euros en España, cuando estos fondos se llaman buitres por algo, porque actúan como ellos, solo les importa el dinero, no está pensando en los derechos de la gente. La existencia de entidades como Blackrock es un problema, ya que controla Amadeus y también es principal accionista del Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell, también en Enagás, Repsol… es decir, es un fondo buitre que controla la energía, la vivienda y la banca en España, ¿y a este gobierno le parece buena noticia? Debería ocurrir lo contrario. Hemos demostrado en pandemia que el control democrático de la ciudadanía de los sectores estratégicos de nuestra economía es posible y es bueno. Hace cinco años, cuando Podemos proponía fijar y topar el precio de algunas cuestiones como la energía o los alimentos, nos llamaban bolivarianos, después lo hicimos con la energía y al principio el PSOE no quería, nos llamaban hipócritas por hacer la propuesta, pero después se convirtió en la solución ibérica y se ha demostrado que no solo no es bolivariano, sino que es bueno para la gente que haya un tope a este precio.

Sánchez está empezando a vivir algo que le está rozando y que nosotras llevamos muchos años viviendo de una forma bastante más salvaje

Desde Podemos se ha propuesto la creación de un nuevo Estatuto de Trabajadores con una jornada laboral de 35 horas semanales, ¿qué supondría para la conciliación de la vida laboral y familiar? ¿Se están dando suficientes pasos adelante en la defensa de los derechos de los trabajadores? 

Tenemos sobre todo una enorme emergencia de conciliación en España. Obviamente la reducción de la jornada laboral es una medida que tiene varias virtudes. Primero, que pueden trabajar más personas, menos tiempo y con el mismo salario y eso en muchos países se ha demostrado que aumenta la productividad, pero sobre todo permite que haya más gente trabando y que las tareas se cumplan teniendo más tiempo para vivir. Eso es importante porque las personas venimos a este mundo a vivir, a ser felices, a estar con nuestra gente y también por supuesto a trabajar. Defiendo la cultura del esfuerzo, pero hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar y depende de cómo se organice esa jornada. Yo, por ejemplo, no soy nada partidaria de reducir la jornada a cuatro días porque cualquiera que desempeñe tareas de cuidados sabe que los cuidados son siete días a la semana, 24 horas al día y lo que es necesario es que haya menos tiempo de trabajo para que quede más tiempo para las tareas de cuidados que tienen que ser mejor repartidas y también para el tiempo libre. Cuando piensas en esto creo que la imagen es la de nuestras madres que se han pasado décadas del trabajo a cuidar a los mayores, a los pequeños… ¿cuándo hemos visto a nuestras madres tomarse un café o irse un fin de semana con sus amigas sabiendo que eso es de las cosas más bonitas y que más feliz te hacen? Por ello la reducción de las jornadas en cinco horas semanales es muy importante para tener más tiempo para vivir. No solamente tiene que ver con la conciliación, también con el derecho al ocio y al tiempo libre, al descanso, y también hay otras muchas medidas para atajar la precariedad laboral que incorporamos en esa propuesta de reforma del Estatuto de los Trabajadores porque la realidad es que este gobierno no está siendo capaz de enfrentar la realidad de precariedad laboral que se ve en muchas empresas y en muchos trabajos en España. Estamos en un momento en el que la gente desconfía profundamente del horizonte futuro, parece que todo va a estar peor mañana que hoy y además pudiera parecer que la política no sirve para nada si gobierne quien gobierne las cosas no cambian. Creo que este ciclo demuestra justo lo contrario, que cuando hay gente en un gobierno que está dispuesta a asumir las tareas de cambio, las cosas cambian y se aprueba una Ley Trans, una Ley de Vivienda o un impuesto a las grandes fortunas que incluso el PSOE, que era el socio mayoritario del Gobierno, no quería. Es bueno para España que pasen cosas, aunque el bipartidismo no quiera, y eso debe seguir ocurriendo y por eso seguimos aquí. 

El pasado mes de febrero España y también Irlanda manifestaron en Bruselas su preocupación a través de una misiva en la que se aseguraban que la respuesta de Israel debía ajustarse a los principios de distinción, proporcionalidad y precaución, ¿cómo considera la actuación y posición tomada por el Gobierno de España respecto a la situación de Israel, le ha parecido valiente? ¿Qué papel debería adoptar Europa tras más de medio año de conflicto?

Europa y también el Gobierno de España han asumido una actitud irresponsablemente hipócrita con el genocidio contra el pueblo palestino porque se llenan la boca diciendo que quieren la paz, pero no han tomado ninguna de las medidas concretas que pueden hacer y tienen capacidad de hacer y que permitirían de hecho acabar con la complicidad con Netanyahu y hacer la paz. Hace pocos días, el 1 de mayo, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, marchaba junto a los trabajadores y trabajadoras y anunciaba en esa marcha que Colombia iba a romper relaciones diplomáticas con Israel. Entonces, que no nos digan que no se puede, solamente hay que querer hacer la paz y no solo hacer titulares de prensa diciendo que quieres la paz, pero luego ser tan hipócrita de no hacer nada. Creo que si Colombia lo ha hecho representando la dignidad del mundo, ya que Petro dijo algo tan importante como "si muere Palestina, muere la humanidad, y no vamos a dejar que muera"; si Colombia lo ha hecho, el presidente Sánchez también puede romper relaciones diplomáticas con Israel y seguro que eso también genera un efecto en Europa, ¿cuál es el problema? Que el estado genocida de Israel lleva décadas incumpliendo la resoluciones de Naciones Unidas, siendo una potencia ocupante como dicen desde las propias Naciones Unidas, ocupando ilegalmente territorio palestino y que ahora ha recrudecido esa ofensiva contra Palestina con un genocidio que lleva más de 34.600 asesinatos. Con los organismos internacionales diciendo que pueden morir más niños y niñas de hambruna que de los propios bombardeos, porque no es solo el ataque militar, es que están impidiendo la entrada de agua, de ayuda humanitaria, de personal y material sanitario y ya han destruido el 60% de las viviendas y más de la mitad de los hospitales. Esto es un autentica limpieza étnica, quieren borrar del mapa Gaza, y frente a eso, hay que ser muy honestas. Netanyahu es un genocida, pero no podría estar haciendo lo que está haciendo si no fuese por el apoyo militar, económico, político y mediático de los Estados Unidos y de Europa. Hay momentos en los que un representante público, aunque sepa que te estas enfrentando a gente muy poderosa, no lo digo con ninguna ignorancia, ya lo sé, sé que tiene un coste político, pero tiene que hacer lo que hay que hacer. Y es difícil hacer lo que hay que hacer cuando toca, porque ahí es cuando es difícil, pero hay que hacerlo porque si no, van a quebrar los mínimos principios de la política. Si ante un genocidio, la cuarta economía de la zona Euro no somos capaces de hacer nada, ¿qué podemos esperar de la política? Si Colombia lo ha hecho creo que Sánchez tiene que dejar de estar preocupado por los titulares de prensa y tiene que romper relaciones diplomáticas con Israel, tomar ejemplo de Colombia, parar la compraventa de armas y dejar de ser cómplice del genocidio.

Es bueno para España que pasen cosas, aunque el bipartidismo no quiera

La actualidad política ha estado marcada inevitablemente por la carta de Pedro Sánchez a la ciudadanía, ¿cómo han vivido estos días de reflexión del presidente y su posterior anuncio? ¿Echó de menos el apoyo del presidente?

Lo más importante en esos momentos era hacer lo que hicimos, que fue mostrar cariño, precisamente porque él está empezando a vivir algo que le está rozando y que nosotras llevamos muchos años viviendo de una forma bastante más salvaje. Sabemos muy bien por lo que está pasando y lo importante que es no estar solo en ese momento, también porque a nosotras nos han querido dejar solas muchas veces cuando lo hemos vivido. Dicho esto, creo que lo que no puede ocurrir es que después de cinco días de reflexión alertando al país de que existe un golpismo judicial y mediático que está poniendo en riesgo nada más y nada menos que la Presidencia del Gobierno, digas que te quedas tú y que no vas a hacer nada y por tanto se queda el presidente, se queda el golpismo judicial y mediático y se quedan todos los problemas porque la respuesta a esa situación de emergencia que tú mismo has descrito, es la nada más absoluta. ¿Qué podemos esperar de un Gobierno que después de que el golpismo judicial y mediático ponga en riesgo la continuidad del presidente no se atreve a renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sin el Partido Popular tras cinco años de mandato caducado, siendo el PP el responsable político de ese secuestro del Consejo General del Poder Judicial o si no derogamos la Ley Mordaza? Porque la violencia política no va solo contra el presidente, los ministros o los portavoces parlamentarios, va también a por los seis de Zaragoza, que son unos chavales antifascistas que están entrando en la cárcel simplemente por manifestarse. 

Lo peor que nos podía pasar en este momento, donde el golpismo judicial y mediático ya va a cara descubierta, es tener un gobierno que no esté dispuesto a hacer nada, que está paralizado, acorralado y que está promoviendo la resignación y la anti política, porque si a la gente le dices que el gobernar no sirve para frenar a los que mandan sin presentarse a las elecciones, entonces para qué sirve la política.

¿Cree que esto puede suponer un antes y un después a la hora de crear una legislación en torno al lawfare?

Nos han demostrado que no. Nosotras desde luego lo vamos a intentar con todos nuestros esfuerzos. Hemos registrado una propuesta para modificar la ley y que sea posible renovar el Consejo General del Poder Judicial sin el Partido Popular, pero el partido socialista insiste una y otra vez en que quieren esperar al Partido Popular y que su opción es renovar el Consejo General del Poder Judicial con el PP, que es la pata política de ese golpismo judicial y mediático que ha puesto en riesgo la continuidad del presidente del Gobierno, y creo que lo que hay que hacer es ser valiente y actuar y es lo que le hemos propuesto en el Parlamento.

Hay que querer hacer la paz y no solo hacer titulares de prensa diciendo que quieres la paz, pero luego ser tan hipócrita de no hacer nada

Nuestros votos van a servir siempre para ser valientes y para avanzar en derechos, pero soy muy consciente de que el partido socialista está haciendo de partido socialista y ahora mismo le preocupa más volver al bipartidismo, hacer pactos con el PP, que llevar a cabo los cambios que necesita España. 

¿Cómo está afectando la paralización de la reforma del CGPJ a la justicia de este país?

No solamente a la justicia, a la democracia. ¿Alguien se imagina que el Gobierno de España estuviese más de cinco años desde que tenía que haber convocado elecciones sin hacerlo y los mismos ministros y el mismo presidente sin activar los mecanismos constitucionales democráticos que exigen su reelección? Sería un gran quiebre de la democracia y lo mismo supone el Consejo General del Poder Judicial. No es un problema ya solo para la justicia, que tiene otros muchos problemas. Para acabar con el golpismo judicial y mediático también es necesario cambiar los criterios de acceso a la carrera judicial, no todos los problemas tienen solo que ver con el CCGPJ, pero claro que es fundamental que se renueve el gobierno de los jueces como manda la Constitución porque si no el mensaje que nos están mandando es que en España no todo el mundo está sometido a la ley y que hay gente que es más que otra. 

Un principio básico en democracia es que nadie es más que nadie y lo que nos está diciendo ese golpismo judicial es que hay quien sí es más que los demás y pueden permanecer en sus cargos aunque su mandato esté caducado y pueden abrir procesos judiciales falsos poniendo en riesgo gobiernos transformadores y progresistas, solo hay que mirar lo que ha pasado con Mónica Oltra, y pueden al final mandar sin presentarse a las elecciones. Eso es un quiebre al principio básico de la democracia que es que las decisiones las toman los ciudadanos y ciudadanas, y creo que eso es lo que hay que hacer prevalecer ahora. Por eso creo que es tan importante renovar el CGPJ y dejar de tenderle la mano al PP y hacerlo con la mayoría parlamentaria que es perfectamente posible, una mayoría plurinacional progresista y que tienen ganas de que se cumpla la Constitución, simplemente. 

La Ley del Sí es Sí coloca el consentimiento en el eje central de la legislación, algo que la directiva contra violencias machistas de Europa recientemente no ha hecho, ¿a qué cree que se debe esta falta de sintonía entre la legislación española y la europea?

Si ante un genocidio, la cuarta economía de la zona Euro no somos capaces de hacer nada, ¿qué podemos esperar de la política?

El derecho a la libertad sexual es un derecho que las mujeres están conquistando en las calles gracias a un movimiento feminista que es ahora mismo la gran esperanza de la humanidad. Es el movimiento político y la conversación social que está siendo capaz de cambiarlo todo, aunque nadie quiera. En España costó mucho aprobar la Ley contra la Violencia de Genero, que muchos juzgados desde 2004 a 2008 dejaron paralizada y dejaban a las mujeres desprotegidas, y cuando en España por primera vez se ha hecho una ley como la Ley del Solo Sí es Sí para que el Estado reconozca sus obligaciones con todas las mujeres que sufren violencia sexual también ha habido una ofensiva judicial y mediática. Es decir, que los derechos feministas siempre tienen una reacción muy fuerte y en España la tuvieron ambas, y en Europa también se ha encontrado con esas resistencias por parte de países tan importantes como Francia o Alemania. Al final, aunque esa directiva tiene algunos elementos positivos, importantes, que hemos empujado para que estén presentes, no se ha podido hacer una de las cuestiones más importantes para más de la mitad de la población que somos las mujeres, que es reconocer que siempre que no hay consentimiento hay una agresión sexual. Es un cambio de mentalidad no solamente jurídica sino de mentalidad en nuestro día a día muy importante, pero es necesario para que las mujeres estemos seguras y podamos asegurarnos vidas libres de violencias y eso es un objetivo mucho más importante que cualquier reacción. Por eso creo que Europa ha perdido una oportunidad, pero no vamos a dejar de empujar porque el consentimiento esté en el centro en Europa igual que lo hicimos en España poniéndonos también en primera línea cuando la reacción golpeaba de vuelta. 

Se cumplen ya diez años de su irrupción en política, también en unas elecciones europeas, echando la vista atrás, ¿volvería a recorrer este camino?

Sin duda, merece la pena. Creo que la política institucional no es para toda la vida pero también creo que hacer política en tu barrio, en tu asociación de vecinos o en la universidad, o un tiempo en la política institucional, es la única forma de cambiar las cosas y cuando por ejemplo asumimos la tarea de estar al frente del segundo Ministerio de Igualdad de la historia de la democracia, creo que muy poca gente confiaba en lo que seríamos capaces de hacer, y de hecho a lo mejor no hubiésemos terminado en el Ministerio si hubiesen creído que llegaríamos a hacer todas las cosas que hemos hecho. En tres años aprobamos una Ley Trans y de derechos LGTBI; una Ley de Derechos Sexuales y Reproductivos que es un ejemplo internacional porque reconoce algunos derechos que no estaban reconocidos hasta ahora además de volver a ampliar el derecho al aborto; una Ley del Solo Sí es Sí que por primera vez le dice a una mujer que si es víctima de cualquier tipo de agresión sexual el Estado tiene la obligación de garantizarle una psicóloga especializada o una abogada aunque no ponga denuncia y les dice que el Estado les cree. Hemos incrementado los presupuestos, hemos ampliado el 016 a todas las formas de violencia contra las mujeres, hemos hecho un plan camino para garantizar los derechos de las mujeres en contextos de prostitución y tantas otras cosas que demuestran que cuando hay poder suficiente y voluntad política, las cosas pueden cambiar y para mí eso merece la pena. De hecho, también estas europeas significan eso para Podemos, ver si es posible volver a poner en pie una fuerza política en España que asuma las tareas de cambio que nadie más está asumiendo en este país.

“Sánchez tiene que dejar de estar preocupado por los titulares de prensa y tiene que...
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